Seis elementos de la Guardia Nacional han sido aprehendidos por su supuesta responsabilidad en la muerte de Jessica Silva, una de las dos personas que perdieron la vida en las manifestaciones por la presa La Boquilla, en Chihuahua, el pasado 8 de septiembre. La Fiscalía General ha llevado a cabo la investigación de los seis sospechosos, a quienes se les imputan delitos contra la administración de justicia, homicidio calificado y tentativa de homicidio. La Guardia Nacional ha notificado este martes en Twitter que no se tolerarán “abusos o uso excesivo de la fuerza por parte de su personal, normando su actuación en el irrestricto respeto a los derechos humanos”. El comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, reconoció poco después del tiroteo en una conferencia matutina de Palacio Nacional que el hecho “fue un desgraciado, lamentable accidente”.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado la mañana de este martes que se castigará a los presuntos responsables de estos hechos. “Nosotros no vamos a encubrir a nadie, no hay impunidad en este Gobierno”, ha sentenciado. El presidente ha recordado que en su momento la Guardia Nacional y el Gobierno colaboraron con las autoridades ministeriales y de justicia para esclarecer lo ocurrido y delimitar responsabilidades por la tragedia de Chihuahua.